Música
AudioSerial utiliza exclusivamente composiciones originales, creadas, arregladas e interpretadas por el versátil y talentoso director musical Jorge Nazar, al estilo de las mejores producciones cinematográficas.
Los audiodramas cuentan con un ambicioso score musical -específico para cada obra- que realza y complementa las escenas sonoras, como acompañamiento de la narración e interpretación actoral.
La calidad musical que AudioSerial imprime en cada una de sus producciones se patentiza en la belleza de sus composiciones, así como en el perfecto ensamblaje entre la narración musical y la acción dramatizada.
El tesoro del Llullaillaco
El tema principal subraya el carácter aventurero de la serie y le imprime tensión desde el primer instante. El score se complementa con piezas musicales que impactan por su dramatismo, a la par de otras que navegan por sonidos étnicos y aires de bossa nova.
El barril de Amontillado
La música compuesta para este audiodrama de Poe avanza como un clásico que nos transporta a un lugar insospechado. Tras sus vibrantes notas iniciales va haciéndose camino a través de sonoridades inquietantes salidas de los sintetizadores, con cuerdas chirriantes y percusiones
obsesivas.
Bola de sebo
La banda sonora para este audiodrama no pierde el ritmo, siendo por si sola, la artífice de crear diferentes sensaciones. Lo hace a través de un leit motiv encadenando temas muy atractivos y sugerentes que, la mayoría de las veces, dan prioridad a un piano meláncólico y otras a una orquestación vibrante.
La cirugía
Un tango europeo puede ser el hilo conductor inicial para esta audiocomedia cuya música se alía y, en ocasiones, se burla descaradamente de la situación de los personajes de Chéjov. En la ambientación sonora se escuchan descarados pizzicatos en un ambiente de tragicomedia que provocan sentimientos de compasión y risa, al mismo tiempo.
Sospecha
El score acompaña la descripción de las personalidades de los protagonistas y sus oscuras vidas. Los momentos de suspense son auspiciados por motivos de cuerdas, a veces cuasi silenciosas y otras opresivas. A su vez, el piano genera el ambiente idóneo tanto en los
momentos melancólicos como en los de intriga que atormenta.